Los Bereberes consideran el árbol de argán como un símbolo de vida. Hablan de él con gran pasión. Para ellos es más que una especia vegetal, es mágico y sagrado, es un árbol capaz de proteger, dar vida y bendecir a los pueblos del entorno. El argán es fuerte y capaz de sobrevivir a las masacres y las dificultades del clima. Exige pocos cuidados y da todo lo mejor de sí a quien lo necesita (Sirve de alimento para ellos y sus animales. Y actualmente les proporciona trabajo).
El pueblo bereber venera el argán y le rinde culto con ofrendas y rezos pidiéndole siempre protección.
Los bereberes para dar la bienvenida al invitado, el recién llegado o al viajero a su casa o en sus haimas les preparan un plato con galletas de cebada, tortas de harina o pan, miel mantequilla, amlou (contaremos en otro post que es) y aceite de argán acompañado del tradiccional té a la menta.
Fotografía cedida por Beatriz Rubio de una niña bereber.
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